Romance de la villa y corte.

«Fonte-frida, fonte-frida y con amor…»

Eran tiempos aquellos de nervios y jaleos. Pues se aprovaban derrotas y caidas, adornadas de disfraces y comidas,  para que cuando volvieran se lo encontraran todo hecho. Y volvieron aquellas criaturas por los caminos recién aplastaos, que daban gloria cogerlos y recorrerlos, quad arriba, quad abajo.

Se encontraron los cambios en la corte, con más corona que corte. No ha mucho tiempo acudieron a un evento, parte de la corte y la corona al viento. Agria situación, contubieron el aliento, los que allí estaban pues la corona bilis echaba. Y por qué de ésa situación, pues que a los «otros», también se invitó, torpeza o derecho, no lo se yó, pero lio fué el que se formó. ¡Oye! en mi mesa no caben, mira de sentarlos allá, se decian mientras los nervios contenian. Y la corona al viento del oeste, que ése día recorria.

Y mientras, reluciendo y sin corona (aún…), acaparaba miradas y corrillos, aquella testa alumbrada que en otro hemiciclo, también hace posada. No se le vió sonreir en todo el agape a la corona, mas pendiente del brillo ajeno que del devenir propio.

Ahora en aquestas lindes andan haciendo gargaras y escupiendo haber quien le toca pagar la siguiente ronda. Nombrando colaboradores para seguir pensando y faciendo lo mismito que antes, pero mas costando.

¡Vaya con dios, bello angel!, oyo al abrir la ventana y sonrio, pues su mirada le delataba. Y cantaron sobre el altar, una vez mas y otra a Hilarion Eslava, que en paz se encuentre.

«…do todas las avecicas van tomar consolacion, si no es la tortolica, que esta viuda y con dolor.»

Besos.

PD:La foto de cabecera ha sido robada amistosamente a mi prima Maria Dolores, que el viernes es su santo…

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