Las tres pés

«Éste verano es el de las tres pés», me dijo sonriendo aquel churrero magnifico, al que voy a comulgar todas las mañanas domingueras. Otros van a por la ostia y yo a por los churros, consagrados también, con vino dulce fresquito, que el tio tiene metido en el congelador. Para luego sentir como por mi garganta corre el divíno liquido, frio y notar ademas que cuando llega al estómago lo calienta. Es un ritual que sigo y les aseguro que después, los churros no se repiten en todo el día.

El churrero es pelirrojo (me recuerda al gran Motero, pelin también berenjena), lo que no quiere decir por ello, que le vaya aparejada la mala suerte, sino todo lo contrario, es un tio gracioso y chistero, no de sombrero sino de chiste, permitanme la palabro. Así que me dispuse a esperar la resolución, de la adivinanza mañanera, mientras los que tenía por delante en la cola, se partían de risa. Seguro que ya lo ha soltado antes y ahora que llego, me lo quiere endirgar a mí, pensé. «Las tres pés, es el verano de las tres pés; playa, paseo y pipas». Apuntó quejandose de paso, mientras el local se venía abajo de risas.

 Como aquel otro, Juan, el de los helados de la playa «¡oiga, yo vendo helaos y helao me voy a quedar por que no vendo ni uno…!». Otro entrañable personaje, como pocos. Hizo la mili con mi padre y el tio era el corneta de la compañia, ahora va playa arriba y playa abajo con una trompetilla, tocando los sones de moda.

Está la cosa regular, en la costa, mucha gente, me atrevería a decir que igual que otros años, pero con el bolsillo mas cosido que Ortiz en la fería. Hasta los funcionarios, que por ellos no pasa la crisis, como no pasan los años por la Preysler. Éste año mas que nunca se pelean por un sitio, en «ésos» sitios que la administración tiene reservados para «ellos», a cuenta de todos, claro. Allí que se van unos amigos, ésta mañana, con el maletero rebosando como un Forlady (gracias Martirio), seguro que cuando lleguen dicen aquello tan recurrente de, » que bonito burgaló «. Que el personal está por ahorrar o por no gastar, que se escribe de otra forma pero quiere decir lo mismo. Yo en casa he adoptado también las tres pés… 

Pesos.

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